Salud Mental:  Derecho Humano Universal

Éstas han sido las palabras escogidas de manera clara y directa como lema para la conmemoración del Día Mundial por la Salud Mental 2023 (10 de octubre). Esta idea fuerza busca el compromiso hacia un trabajo colaborativo de toda la sociedad que responda de mejor manera a las diferentes necesidades que la salud mental plantea.

En Chile, a diferencia de años anteriores, esta conmemoración encuentra al alza la preocupación social por la salud mental. Datos recientes de la 3ª versión del “Monitor Global de Salud” (IPSOS, 2022) han mostrado que la salud mental es el principal problema de salud que enfrentan las personas actualmente en Chile, donde tres de cada cinco entrevistados (62%) lo señalan, y con un alza en la preocupación desde un 50% en 2020 a un 62% para el 2022 entre los y las encuestados/as.

¿Cómo entender e interpretar la invitación a considerar en nuestro país el derecho universal a la salud mental?

Posiblemente, lo primero que aparecerá en mente es el derecho a acceder a tratamientos médicos, psicológicos y de rehabilitación para personas que han recibido un diagnóstico de este tipo. Dichos tratamientos debiesen ser otorgados con prontitud y bajo estándares de calidad adecuados. Nuestro país tiene aquí un desafío no menor de mejorar en el acceso y cobertura de tratamiento, tanto en los sistemas públicos como privados, siendo esto una necesidad visualizada por la población en general.

Sin embargo, salud mental no es sólo tratamientos.

Salud mental como derecho es promoción del bienestar general de las personas. Para ello, el rol de los determinantes sociales de la salud es clave. No es posible concebir un derecho de estas características sin incluir la condición económica de las personas, sus entornos educacionales y laborales, su medio ambiente, sus espacios habitacionales por mencionar algunos. Se avanza hacia una mejor salud mental de la población cuando en el desarrollo de las políticas públicas se incluye el impacto potencial que las diferentes medidas tendrán en la salud mental de los y las destinarios/as. En toda esta línea de trabajo Chile tiene desafíos importantes que abordar.

Salud mental como derecho es prevención de la aparición de problemas de este tipo. Las acciones en este sentido pueden ser desarrolladas por las personas mismas, sus comunidades, los centros de salud, los entornos labores y/o educacionales y muchos más. En este ámbito, nuestro país ha desarrollado un hito importante con el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio y el surgimiento de la línea telefónica *4141 donde personas en crisis pueden acudir de manera rápida y segura para recibir apoyo profesional.

Salud mental como derecho es rehabilitación y respeto irrestricto de los derechos de las personas que han recibido el diagnóstico de una condición de salud mental que implique algún nivel de discapacidad. Aquí aún necesitamos avanzar en acciones, locales y nacionales, que fomenten la disminución del estigma hacia las enfermedades mentales y que disminuyan las barreras para acceder a las mismas oportunidades que el resto de la población.

Salud mental como derecho es avanzar en aspectos legales, políticos y económicos que permitan garantizar la promoción, prevención, tratamientos y rehabilitación mencionados. Los países con avances importantes han incluido leyes destinadas garantizar aspectos económicos y de gobernanza en salud mental. De ahí que sean buenas noticias el anuncio de las autoridades de la próxima presentación al Congreso de una ley amplia de salud mental para nuestro país. Importante aquí será que los y las legisladores pongan atención a la preocupación social antes mencionada destinando esfuerzos en lograr acuerdos expeditos que permitan contar con este importante recurso normativo.

Todo lo aquí señalado tiene poco de nuevo. En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, ha sido la bandera de lucha y norte de trabajadores/as de salud mental, ONG’s, activistas, organizaciones técnicas, familiares y usuarios/as de servicios, a veces con visiones similares y otras muy diferentes. Dado que hoy el tema estl.á en el “radar social” de forma importante, el esfuerzo de los diferentes actores deber ser en concretar acciones aprovechando este momento inédito para avanzar en la meta de la salud mental como derecho universal.

 

Cristián Mena Henríquez

Psiquiatra

Centro de Responsabilidad Red de Servicios de Rehabilitación Psicosocial

Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz B.