Unidad Científico Docente|Programa de pasantías no conveniadas
Los Guardianes de SETA: Servicio de Estabilización de Trastornos Adictivos
La médico Psicóloga, Ivone Bunster Salazar, realizó una pasantía en el Instituto Psiquiátrico, Dr. José Horwitz Barak y relató en esta publización su experiencia en el Servicio de Estabilización de Trastornos Adictivos ( SETA).
S: Sensibilización
E: Empatía
T: Trato digno/Trabajo en equipo
A: Amor al prójimo
En un segundo piso, de los tantos pabellones, del antiguo Hospital José Horwitz Barak y en contraste con unos hermosos jardines, plazoletas y estatuillas, se encuentra, el Servicio de Estabilización de Trastornos Adictivos (SETA), donde 24/7, se reciben a personas con consumo grave de drogas y condiciones clínicas y psicosociales altamente complejas, por un período inicial de 15 días (a evaluar), que ingresan para un proceso de desintoxicación y estabilización, y que al alta deben continuar su proceso de recuperación en otro dispositivo de la red, por ejemplo COSAM o Comunidad Terapéutica.
Esto es lo formal, yo les hablaré de mi experiencia en SETA:
Cada inicio de día es incierto, los ingresos de pacientes no dan tregua, los paramédicos, enfermera (profesionales de primera línea), nos informan, los hechos acaecidos durante la entrega de turno/noche, como durmieron, los medicamentos que se les administraron, si fueron asistidos ya sea porque no controlan esfínter o tambalean y hay que ayudarlos en el baño y aseo. Otros tienen craving (ansias fuertes de consumo), lo que se manifiesta físicamente con dolores de estómago, jaquecas, insomnio, vómitos o conductas violentas y compulsivas, lo que es peligroso pues pueden atentar contra su vida o la de compañeros y profesionales de la salud. También están los que escuchan voces malignas, perdidos en un mundo paralelo, estas voces, les dicen que se maten o que maten a otros, la mayoría están enflaquecidos, tiene perdidas dentales, la calle les ha hecho perder su dignidad, roban, son pistoleros, asaltan a personas inocentes, podrían hasta matar a sus seres cercanos, no hablo de “seres queridos”, pues hay un aplanamiento emocional en ellos, sus ojos no tienen brillo, sus pieles están opacas, no hay valores morales y de convivencia social, sobrevive el más fuerte o choro, todo es válido en la calle, la transacciones sexuales, son parte de.
Estos seres oscuros, endemoniados y denominados lacra social por muchos, son tratados humanamente en SETA, desde que llegan hasta su partida, se pone a disposición de ellos, un equipo multidisciplinario (Psiquiatra, psicólogos, terapeutas ocupacionales, enfermeras, paramédicos, administrativos y personal de aseo), todos en conjunto hacen que SETA funcione y que quienes llegan, tengan un espacio limpio, alimentación adecuada a cada caso, medicamentos acorde a sus necesidades y entrevistas motivacionales para iniciar el cambio en sus vidas. Cada profesional pone desde sus conocimientos y experiencia lo mejor de sí, instaurando como fin último la reinserción social, laboral y por sobretodo familiar.
Esta empatía, esta entrega incondicional, que no espera más que la recuperación de los pacientes, que espera que vuelvan a ser productivos, que recuperen y sanen sus heridas, sólo se logra con profesionales comprometidos, les llamo seres iluminados, de grandeza espiritual, éticos, convencidos que trabajan para otro, despojados de la avaricia y de brillar sólo para ellos. Para mí son guardianes de la salud mental.
A medida que avanzan en u proceso de desintoxicación en SETA, comienza una metamorfosis en los pacientes, más lúcidos, con más conciencias de enfermedad, hablan de no querer retroceder, quieren ver a sus familias, pintan mandalas ¡hermosos!, que enviaran a sus familias, se portan respetuosos y frágiles, me pregunto ¿Cómo es posible, que estas personas, sean las mismas que deambulan como zombis por las noches buscando drogas? Sucede que no siempre sus familiares regresan o están para ellos, pues también están lastimados mental y físicamente, desgastados, aburridos de las mismas promesas y llevan años en estos círculos de codependencia. Nuevamente aquí está el equipo de SETA, tratando de buscar casas de acogida, comunidades terapéuticas, para tener a donde enviarlos, hay pacientes que llevan años viviendo en este Servicio. Todos sabemos que no pueden estar más de 15 días, pero la conciencia, la ética, la moral, el dolor, sufrimiento, el frío, el hambre, la soledad, la calle, nos dicen que debemos seguir adelante, no son infrahumanos, son personas, fueron niños y abrazaron los mismos sueños que nosotros. Por tanto cada decisión que toma el equipo es evaluada en forma conjunta, siempre teniendo como prioridad al paciente.
Separados por un pasillo y ventanas amplias, estamos nosotros y ellos, de lo sanos/insanos, profesionales/pacientes, entre otros adjetivos calificativos, tenemos en nuestras manos las decisiónes de quienes se quedan o se van.
Por eso les digo a Uds., familias, amigos, vecinos, comunidad, que estéis tranquilos, que sus enfermos/pacientes, están en las mejores manos y mentes, personas dignas, correctas, que saben de su oficio y que no hay dinero y repito “Que no hay dinero”, que pague la entrega y dedicación de los “Guardianes de SETA”
Ivone Bunster Salazar
Psicóloga pasante SETA