El psicogeriatra Bernardo Barrera, presentó la ponencia “Demencias: Elementos diagnósticos y tratamiento en psiquiatrías” en las “Capacitaciones Médicas” del Instituto Psiquiátrico, planteando que lo que viene ante el envejecimiento de nuestra población, es la psicoeducación.

Piense en los siguientes datos: En el año 2004, la población de 60 años o más en Chile, llegaba al el 11,6% del total. Hoy, en 2024, las personas mayores de 60 corresponden al 19,2% de la población y en 20 años más, se proyecta que las personas que tendrán más de 65, llegarán a ser el 28,8% de la población, según informa el CIPEM, de la Universidad del Desarrollo.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y el censo del 2017, en Chile hay poco más de 2 millones de personas que tienen sobre 65 años, hecho que indica una tendencia sostenida del envejecimiento de la población, que se explica, según la síntesis de resultados del Censo 2017 por “la baja constante de la tasa global de fecundidad, es decir, la disminución en el número de hijas e hijos promedio que tendrían las mujeres si todas tuviesen la misma fecundidad por edad y no estuviesen expuestas al riesgo de morir durante su período fértil. A esto se suman las mejoras en las condiciones de salud en el país, que trajeron como consecuencia el alza de la esperanza de vida al nacer, esto es, el aumento del número medio de años que se espera pueda vivir un recién nacido”.

Si revisamos las cifras mundiales, los países más envejecidos son Japón con el 26,34% de su población con más de 65 años. Le sigue Italia con el 22,04% y Grecia en la que el 21,26% de su población es mayor de 65 años. Mientras países como Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania, tienen entre el 15 y el 20 por ciento de su población en el segmento de la tercera edad.

“Chile, pese a ser un país en vías de desarrollo, tiene un envejecimiento poblacional comparable con Europa, países asiáticos o Estados Unidos, lo cual hace que sea mucho más vulnerable al aumento de patologías neuropsiquiátricas, como son las demencias”. Así lo plantea el psicogeriatra de la Clínica U. de los Andes, Bernardo Barra, quien fue el expositor de la séptima sesión de las “Capacitaciones médicas 2024” del Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak.

El especialista es también categórico en el análisis, ya que explica que “se espera que a futuro este tipo de patologías siga creciendo, lo que va a generar una complicación a nivel de salud, a nivel de políticas económicas y de políticas sociales. O sea, esto es algo que viene y va a ir in crescendo en el tiempo, sin lugar a dudas. Y estoy hablando de 10 o 15 años más, no de 100”.

El también doctor en medicina por la Universidad de Barcelona, expuso en la jornada académica organizada por la Unidad de Docencia e Investigación del Horwitz, sobre “Demencias: elementos diagnósticos y tratamiento en psiquiatría”, donde aseguró que para enfrentar esta nueva realidad “el proceso psicoeducativo, tanto para profesionales de la salud, como para quienes no pertenecen al área y de los cuidadores, es clave. El psicoeducar, el poder pesquisar esta enfermedad de la manera más precoz, determinar a qué se debe el deterioro cognitivo, es fundamental. Yo creo que la psicoeducación tiene que ser una de las principales herramientas, porque va a ir muy de la mano con la prevención de la enfermedad”.

Por lo mismo, el doctor Bernardo Barra, dice que es urgente “acercar y llevar las demencias a la población en general”. Por lo mismo, sugiere sacar el tema de las demencias del área exclusivamente médica y “hacer charlas, extensión, buscar grupos a nivel de juntas de vecinos, por ejemplo. Ir a poblaciones a enseñar de qué se trata y qué es una demencia, que es mucho más que se me olviden las cosas. Cómo poder prevenirla o actuar sobre factores modificables, por ejemplo, tratar una diabetes, una depresión o el tabaquismo, que sabemos que son factores donde sí podemos actuar”.

Finalmente, el psicogeriatra, reiteró que la información a la población en general, familiares y cuidadores “es la manera en que no solo los psiquiatras, sino los médicos en general, podemos actuar positivamente en estos casos”.